Crecida de los ríos en diciembre de 2019

Crecida de los ríos en diciembre de 2019

 

A partir del día 17 y sobre todo los días 20 y 21 de diciembre se registró una de las mayores crecidas de los ríos de las provincias de León y Zamora de los últimos años. El día 17 con el paso de la borrasca Elsa y luego el día 19 con Fabien se registraron fuertes precipitaciones y vientos de más de 80 km/h.

El mes de diciembre de 2019 fue muy lluvioso, la precipitación registrada en Maire de Castroponce fue de 96 mm, el doble de lo habitual y el cuarto más lluvioso en lo que llevamos de siglo XXI. En el caso concreto de Maire  se registraron las precipitaciones más importantes el día 19 con 21,2 mm y 51,4 mm el día 19, la mayor registrada en un mes de diciembre en este siglo. Como consecuencia de esta precipitación  el día 20 y 21 se registró el pico de la avenida, aunque la crecida se prolongó de manera importante los días siguientes, fundamentalmente hasta el día 25.

Tierras inundadas en Maire, vistas desde el Teso
Tierras inundadas en Maire, vistas desde el Teso.

Esta cantidad de precipitación sin embargo,  por si sola no es suficiente como provocar una crecida tan importante y más teniendo en cuenta que la primera quincena del mes diciembre y los meses anteriores no fueron especialmente lluviosos. Hay entonces que buscar la razón en lo que ocurrió en el curso alto de los ríos, y es que en el mes de noviembre se registraron acumulaciones de nieve en las montañas de hasta casi 2 metros, nieve que debido a las altas temperaturas registradas en estos días de diciembre se fundió debido a la precipitación en forma líquida, lo que se unió a las abundantes precipitaciones que se registraron en todas las zonas de las cuencas de los ríos, fundamentalmente los días 16 y 19 de diciembre provocando que el caudal de los ríos aumentara de forma dramática.

La Vega de Maire inundada, al fondo Fresno de la Polvorosa.
La Vega de Maire inundada, al fondo Fresno de la Polvorosa.

Las inundaciones afectaron a extensas zonas de las vegas de los ríos Esla, Órbigo, Tera y Eria, anegando extensas zonas de cultivo con muchas tierras aún sin cosechar los cultivos de maíz o remolacha. Numerosas carreteras se vieron cortadas por estar anegadas por el agua o por la caída de árboles debido al fuerte viento. También las inundaciones afectaron a zonas urbanas como es el caso de Morales del Rey o Vecilla de la Polvorosa, donde el agua anegó algunas de sus calles sin causar grandes daños materiales.